Si hay una película que en los últimos tiempos ha tenido altos y bajos, esa ha sido 'Steve Jobs'. Que si Christian Bale decía que sí, que si Bale decía que no, que si se retrasaba su rodaje... Pero por fin aquí la tenemos. Danny Boyle y Aaron Sorkin han conseguido llevar a buen puerto su trabajo para con la figura de Steve Jobs, uno de los hombres más importantes que ha visto crecer el siglo XX/XXI y que ya merecía un buen homenaje (olvidemos al Jobs de Ashton Kutcher, por favor).
La verdad es que estaba deseando verla y me pareció un buen plan para el primer sábado de 2016. El miedo era salir del cine pensado que había perdido el tiempo. La sorpresa, lo muchísimo que me encantó. Y es que no podía ser de otra forma con un Michael Fassbender que todo lo que hace, lo hace bien.
'Steve Jobs' es un biopic nada convencional que se aleja de todos los moldes. Se trata de una película con ritmo y que en sus más de dos horas de duración no decae en ningún momento. Boyle y Sorkin han ideado la cinta como una obra de teatro dividida en tres actos, Algo muy shakesperiano que funciona muy bien, y que permite al espectador conocer a Jobs de una forma distinta y cercana. Porque el creador de Apple y Pixar era un genio. Un genio lleno de ideas mágicas que consiguió hacer realidad nadando contracorriente, y que esta película nos enseña de una forma única y diferente, tan creativa como el propio Jobs.
Sorkin ha querido destacar tres momentos fundamentales en la vida de Jobs. Para destapar sus miserias y contradicciones internas más personales, el guionista de 'La Red Social' utiliza la mirada de las personas que rodeaban a Steve Jobs, desplegando así todo un dispositivo teatral muy preciso que se complementa con la forma de hacer cine de Danny Boyle.
Boyle aporta su estilo a cada escena, algo excesivo pero lleno de energía, convirtiendo la película en casi un diálogo continuo entre Fassbender y el personaje de Kate Winslet (Johanna Hoffman), la mano derecha de Jobs durante muchos años. Un extenuante ejercicio de diálogos frenéticos e imposibles, algo irritantes a veces, pero que dotan de un ritmo esclarecedor y que se agradece a veces.
Otro de los puntos fuertes de la película es sin duda un elenco de actores secundarios que de vez en cuando quitan algo de peso al binomio Fassbender/Winslet, como los maravillosos Seth Rogen y Jeff Daniels.
En definitiva, 'Steve Jobs' es una película altamente recomendable en la que os enamoraréis más de Michael Fassbender - si cabe- y con la que os sorprenderéis, en mi caso para bien. Tenéis que verla. Sin más. ¡TODOS AL CINE!
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