A veces las tardes aburridas sirven para que vuelvas a creer en la magia del cine. ¿Os parece una tontería? Pues deberíais ver 'Prisioneros', una película irrepetible en el Hollywood actual que es tan sombría y adictiva que al final te deja con una sensación única.
Protagonizada por Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal, y que un reparto que completan nombres tan ilustres como el de Viola Davis o Paul Dano, 'Prisioneros' aborda un tema tan repugnante como es el hecho de secuestrar a un niño.
La película, realizada de forma impecable, empieza y termina sin concesiones. Parte con una escena de caza de un animal inocente e indefenso, convirtiendo este simbolismo en el motor de una historia que te corta la respiración y hace que el espectador dude del género humano y sea incapaz de percibir la frontera que separa el bien del mal como pocas películas lo consiguen.
Una trama que da para mucho y que demuestra los grandes actores que son Jackman y Gyllenhaal bajo la excelente dirección de Denis Villeneuve ('La mujer que cantaba'). Difícil decidir entre el impecable trabajo de estos dos actores que se crecen ante las circunstancias a las que se enfrentan gracias al guion de Aaron Guzikowski. Interpretaciones soberbias, contenidas y llenas de matices que nos recuerda las razones por las que son tan bien considerados en la meca del cine.
Mención especial merece el 'papelazo' que se carga Paul Dano. Uno de los actores jóvenes más prometedores de Hollywood que con cada rol que desempeña sorprende y gusta más a crítica y público. Me declaro fan-ática.
'Prisioneros' hace que el espectador se plantee preguntas existenciales tan importantes como ¿hasta dónde está dispuesto a llegar un padre -madre- por proteger a sus hijos? Cuando llegáis a los créditos finales os aseguro que contestaréis: "hasta el final". Así es y así lo cuenta Villeneuve en esta maravillosa película que nos permite seguir creyendo en la magia del cine.
¡GRACIAS!
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